Había una
vez un chico que no tenía amigos…. era muy solitario, ya que todos los chicos
del barrio y colegio lo cargaban por ser homosexual. Ese chico se aislaba cada
día más y más de todos, hasta que llego a aislarse de toda su familia. Él se
llamaba Nacho.
Con el
tiempo un chico se le acerco para hablar ya que lo veía muy solitario y así
comenzó una gran amistad. Miguel lo acompañaba a todos lados con él podía
compartir las pocas alegrías de su vida.
Un día, fueron a un shopping, allí encontraron carteles pegados por todos lados y folletos que decían:
Un día, fueron a un shopping, allí encontraron carteles pegados por todos lados y folletos que decían:
“Súbase
al escenario y cante sus canciones favoritas”
Nacho estaba
ansioso por subir al escenario, pero por otro lado no podía por la vergüenza;
En el escenario se escuchaba una música muy leve y por debajo se veían a unas personas
sentadas esperando a que alguien cantase. Miguel animó a su buen amigo a
subirse.
Mucha gente comenzó a amontonarse.
Mucha gente comenzó a amontonarse.
Miguel
comentó a los que ponían la música en el escenario si le conseguían una canción
en especial para que cantase su amigo.
Y la tenían allí, allí estaba, estaba esa canción, lista para cantar.
Y la tenían allí, allí estaba, estaba esa canción, lista para cantar.
Miguel le
dijo a Nacho: Vos subí al escenario que yo me encargo de esto, te conseguí una
canción que sé que te gustará cantar.
Una vez arriba del escenario Nacho se puso tan nervioso que comenzó a transpirar, él lo único que veía era a esa gran multitud que lo miraba.
Cuando de pronto vio que su amigo salía por detrás del escenario y se sumaba a la multitud.
Allí comenzó a sonar la música... era una canción especial; Así comenzó a cantarla:
“Tras el umbral de mis temores, de mis errores,
y mis fracasos…”Una vez arriba del escenario Nacho se puso tan nervioso que comenzó a transpirar, él lo único que veía era a esa gran multitud que lo miraba.
Cuando de pronto vio que su amigo salía por detrás del escenario y se sumaba a la multitud.
Allí comenzó a sonar la música... era una canción especial; Así comenzó a cantarla:
La gente se sorprendía al escuchar su voz, era dulce, especial, era única.
Y allí estaba su amigo quien contemplaba con ojos llorosos la canción...
"Que no me dejaras, y así poder vivir el dulce amor que tú me das..."
Así fue como comenzaba una historia de amor prohibido.